El hecho más significativo de toda la juventud de Ciro Alegría fue el ingreso formal al Grupo Norte en 1927, que por ese entonces era ya conducido por Antenor Orrego. Así, el vivió de llenó la etapa más ideológica y política que atravesó este círculo trujillano.
Alegría, es bueno recordarlo, era apenas un estudiante secundario de tan sólo 17 o 18 años, cuando sintió el impacto del discurso del filósofo Antenor Orrego quien había llegado ya a convertirse prácticamente en todo un símbolo en Trujillo, y su ideario se sintetizaba o divulgaba muchas veces en algunos pensamientos, frases o slogans, que eran repetidos constantemente por los jóvenes.
El Alegría, fervoroso admirador de Orrego, ingresa a trabajar en el periódico El Norte, que era el órgano del Grupo Norte, en un momento crítico en que la dictadura de Augusto B. había iniciado una vigorosa ofensiva contra todos aquellos políticos y periodistas que no seguían dócilmente sus dictados. Inició con mucho entusiasmo y a tiempo completo las tareas propias del oficio periodístico, que como hemos ya visto, en sí no era algo nuevo para él, logrando rápidamente sobresalir entre sus compañeros gracias a su inteligencia, dedicación, y sobre todo a su excelente pluma. No pasó ni un año y ya ocupaba el cargo de Jefe de Redacción (1928-1929).
La razones que tuvo Ciro Alegría para ingresar al Grupo Norte, tienen que ver no sólo con la búsqueda de participación en un espacio intelectual auténticamente libre, en una aristocrática y conservadora ciudad como Trujillo, sino también y sobre todo con el influjo espiritual y moral que tenía Orrego ante los jóvenes, escolares y universitarios. Es a través de la estela orreguiana como debe ser ubicado ideológica y literariamente Alegría, pues si hubo alguien que ejerció una notoria autoridad y ascendencia sobre él fue Orrego.
Las fuentes intelectuales y literarias son básicamente las siguientes: Orrego y con él las nuevas corrientes literarias en boga, el escritor criollista y costumbrista Abelardo Gamarra (1852-1924), Pedro Zulen (1889-1925) y Dora Mayer (1868-1959) de la Asociación Pro-Indígena. Comencemos por Orrego, quien tenía en su haber el haber guiado anteriormente al poeta César Vallejo en sus primeras poesías de corte modernista e impresionista. El apoyo, la crítica y los consejos que le dio obligaron al vate a pulir y mejorar sus poesías, esfuerzo que al final se materializó en sus dos primeros poemarios Los heraldos negros (1918) y Trilce (1922). Con el viaje de Vallejo a Lima y después a París, Orrego se dedicó a realizar parecida labor con otros literatos y así conoció a Alegría. La relación que se entabló entre ambos tuvo la misma pauta general que todas las anteriores. Recordemos además que en esa época Alegría escribía sobre todo poesías y uno que otro pequeño cuento. Orrego, que comenzó a dirigir a este joven poeta, debió percatarse inmediatamente que sus versos y composiciones no tenían la trascendencia literaria de su anterior discípulo pero reconoció en él a un joven que si tenía condiciones innatas para el trabajo narrativo y es por esa razón que lo tuvo cerca y así Ciro Alegría terminó convirtiéndose en uno de sus colaboradores más cercanos y hombre de su confianza. Sin embargo el binomio Orrego-Alegría no estuvo exento de dificultades, como por ejemplo, cuando a raíz de una crónica sobre Leguía se produjo un choque entre ambos que a la postre produjo la renuncia y el alejamiento momentáneo de Alegría .
El predicamento y la presencia de Orrego será de una honda significación para el joven Alegría; aquel se constituyó prácticamente en un modelo de intelectual y político a seguir e imitar. Orrego lo introdujo en áreas y terrenos (tendencias literarias, filosofía, política, etc.) que le eran completamente desconocidos. Alegría descubre, gracias al filósofo Antenor Orrego, todo un mundo nuevo, donde temas o materias que antes eran sólo palabras o nombres a las que no había prestado mucha atención o que apenas comprendía, ahora aparecían en otra dimensión y con un valor indiscutible: la política, la problemática social y regional, el latinoamericanismo, las nuevas ideologías, la presencia del imperialismo, las clases trabajadoras, los nuevos autores y las novísimas corrientes literarias, la reflexión filosófica, etc.; fueron todos elementos que dieron a Alegría un horizonte mayor del que había desarrollado en su niñez y adolescencia.
viernes, 6 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

Para Ciro Alegría el entrar al grupo norte fue una etapa importante de su vida intelectual en la cual se formó con un amplio pensamiento ideológico y político con los cuales permitió convertirse en un buen redactor por sus grandes cualidades que fueron guiadas y perfeccionadas por el filósofo Antenor Orrego.
ResponderEliminarGutiérrez Salazar Luis
Clase:2882 UPN